La universalidad
Los brazos de Cristo Crucificado, abiertos de par en par al mundo, el corazón totalmente acogedor de María que al pie de la cruz nos recibió a todos, sin excluir a nadie, y el amor que solamente pide gritarles a todos la posibilidad de recurrir a la infinita misericordia de Dios, llevan a Magdalena a afirmar que Dios no es amado porque no es conocido. He aquí por lo tanto la exigencia del anuncio, he aquí la necesidad de llegar a todos, realmente a todos, a costa de hacerse polvo para que el amor de Dios sea conocido.
La universalidad
Copyright © 2011 Canossian Daughters of Charity - ROME. All rights reserved.